Mar. Mar 19th, 2024

El pasado viernes 24 de noviembre y poco después de las 7:30 horas como siempre tempranito, salió el autobús con 54 compañeros “36 mujeres y 18 hombre con destino a Granada. Una hora más tarde estábamos desayunando en el restaurante de “El Capricho”, todos sentados y bien atendidos, comimos estupendamente y recuperamos fuerzas para el día que se avecinaba.

Al llegar a Granada nos estaba esperando Adela, una guía que casi todos conocíamos de viajes anteriores, y como siempre cordial en el trato y acertada en sus explicaciones. Ella nos acompañó toda la mañana en el recorrido por el centro de la ciudad. Primero entramos en el santuario de la patrona de Granada, el barroquísimo templo de la  Virgen de las Angustias, pasamos por delante de la catedral y de la capilla Real, sin poder entrar en ninguna de ellas, por falta de tiempo, seguimos por la plaza de la Bib-Rambla, el Zacatín, la Alcaicería… y visitamos la bien conservada alhóndiga nazarí del Corral del Carbón, con su espléndida portada y su bóveda recubierta de mocábares. Y desde la plaza de la Audiencia y junto al Darro, contemplamos el Albaycín.  Pasado el mediodía nos dirigimos al restaurante por la calle de las Afligidas. Almorzamos en el restaurante del hotel de 4 estrellas “Corona de Granada”, restaurante con un menú de precio superior al de otras veces, pero merece la pena pagar unos euros más por un buffet variado y de calidad que, pienso, satisfizo a todos.

A las 14:45 h. nos esperaban los guías en la Alhambra y nos dividieron en dos grupos de veintisiete personas e iniciamos el recorrido.

El que esto escribe tuvo la suerte de recibir las explicaciones del monumento por parte de Mateo, apellido de un simpático y conocedor guía de la Alhambra, opinión compartida hacía el guía por el resto de compañeros. Después de recordarnos la importancia del agua para la ciudad de la Alhambra al pasar por la Acequia Real, entramos en el recinto para toparnos enseguida con la medina y, hacía la muralla, con la puerta de los Siete Suelos. Un breve recorrido por la Alhambra cristiana, incluido el renacentista palacio de Carlos V.

Y por fin, entramos en los palacios nazaríes. Primero la sala del Mexuar (sala del Consejo), lugar con indudables referencias cristianas (una capilla y representaciones de coronas y de columnas de Hércules) efectuadas por los RRCC, aunque conserva la policromía  original. Pasamos al Cuarto Dorado y poder contemplar la espléndida fachada de Comares, fachada profusamente decorada y con dos puertas iguales, entramos por la de la izquierda que nos conduce a las habitaciones del sultán, tras pasar por un pasillo con doble recodo y llegamos al palacio de Comares, que al igual que el resto de la Alhambra, que vemos en la actualidad, fue terminado por Muhammad V

Seguimos nuestra visita por el patio de los Arrayanes, el cual introduce la naturaleza con los macizos de mirtos y un estanque que refleja el fantástico edificio. De ahí pasamos a una torre cuadrada con aspecto exterior de fortaleza medieval para sorprendernos con su interior: las dependencias privadas del sultán, con la Sala de la Barca y el Salón del Trono, signo del poder del sultán y destinado a impresionar a los visitantes, y con una cúpula que representa los “siete cielos”.

El Palacio de los Leones: un gran palmeral de columnas rodeando un patio rectangular en el que sobresale la fuente central con sus doce leones acompañada del suave rumor del agua. Continuamos la visita por las Salas de los Abencerrajes, Mocárabes y de los Reyes. A continuación la Sala de las Dos Hermanas, en la que Mateo hizo hincapié en su nombre, las hermanas son las grandes losas de mármol de Macael del suelo, de aquí al precioso mirador de la Lindaraja, para terminar nuestro recorrido, de 3 horas de duración, con un paseo por los Jardines del Partal.

De nuevo en el autobús y sin paradas hasta Málaga y, hasta la próxima.

                                             Fco. Rguez. Conejero

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Por Casyufera