Sáb. Abr 20th, 2024

Hace 50 años, un equipo del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid inició excavaciones arqueológicas junto al Cortijo de los Toscanos, en la margen derecha del río de Vélez-Málaga

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En principio, los investigadores creían que iban a encontrar las ruinas de la ciudad griega de Mainake. Su sorpresa fue que en lugar de esta ciudad helena descubrieron el primer asentamiento fenicio conocido por entonces en la Península Ibérica, que conservaba una estratigrafía arqueológica de más de dos siglos, entre el VIII y el VI a.C.

IMG-20150312-WA0002La importancia del hallazgo fue tal que dedicaron veinte años de investigación a trabajar en la zona. Se concentraron en diversos yacimientos localizados tanto en el perímetro de la desembocadura del río de Vélez  como en el Algarrobo, donde localizaron un asentamiento aún más antiguo que el propio Toscanos, denominado Morro de Mezquitilla.

No sólo excavaron en poblados, también descubrieron los restos de cementerios de la época. Entre ellos, destaca la monumental necrópolis de Trayamar, de la que aún se conserva la tumba denominada nº 1, gran panteón subterráneo que sirvió para albergar los restos de una de las familias fenicias más importantes del asentamiento de Morro.

Muchos de estos hallazgos pasaron a formar parte de la Colección Junta de Andalucía y depositados en el Museo de Málaga, donde podrán ser contemplados en breve en su nueva sede del Edificio de la Aduana.

José Suárez Padilla. Arqueólogo. Centro de Estudios Fenicios y Púnicos.

MedallóResumen El descubrimiento de los fenicios en la Málaga oriental (3)n de Trayamar. Foto: Museo de Málaga.

Por Casyufera