Día 04 de octubre de 2016.
La cita se fijó a las 7:30 horas en C/ Góngora, todos puntuales. 59 compañeros 32 mujeres y
27 hombres listos para el inicio de una nueva aventura de senderismo y que nos llevará a los “Cahorros” en Monachil (Granada).
7:30 horas, c/ Góngora, todos puntuales, pues vamos que empieza lo bueno. Subimos a nuestro autocar y ¡¡carretera y manta!!, buen ambiente, muchas ganas y alguna inquietud, pues en los vídeos que habíamos visto de los Cahorros se apreciaba que en, algunos tramos, había dificultad a la hora de pasar por ellos. Pero en fin, nada nos iba a retener ni a acojonar. Así que palante.
A la altura de Vva. del Trabuco paramos a desayunar en el Restaurante El Capricho y con la panza calentita de café y mollete con zurrapilla seguimos palante.
Llegamos a Monachil sobre las 10:00 horas, nos esperaban nuestros guías Pedro y Juan, y sin pérdida de tiempo nos dirigimos al comienzo de la etapa que estaba situada en La Taberna Puntarrón.
Monachil es un pueblo que está situado a tan sólo unos 8 kilómetros hacia el sureste de Granada, en la parte del centro-sur de la comarca de la Vega de Granada. Es aquí donde están Los Cahorros, una zona de alucinantes paisajes ideal para hacer senderismo o practicar escalada.
La ruta de Los Cahorros discurre bordeando el río Monachil, el cual nace en el pico Veleta (el segundo más alto de Sierra Nevada y el cuarto del país). Y este río es el gran artífice del
impresionante paisaje, altas montañas que han sido escavadas durante siglos por sus aguas. Los senderistas tienen que ir caminando entre las paredes, en ocasiones bastante estrechas, que el Monachil consiguió modelar.
En el camino se combinan las montañas con el río y sus cascadas. A esto se suma otra característica de la ruta que son los puentes colgantes que hay que ir atravesando cada tanto, para disgusto de los caminantes con vértigo. Uno de los puentes sobre el río mide nada menos 
que 63 metros, que se construyó hace cerca de un siglo con cuerdas y hace cuarenta años se remodeló para una mayor seguridad.
Dado que no existe casi desnivel en la mayor parte del recorrido, las dificultades no son grandes. Sin embargo, hay momentos en los cuales el trayecto se vuelve un poco más complicado, como al pasar por la Cueva de las Palomas (uno de los puntos más bonitos del 
camino).
Este sendero de la cueva está junto al rio y es una vereda de unos escasos 30 cm de hormigón que cubre una conducción de agua potable y para poder pasar hay dispuestos unos agarres en las paredes para hacer frente a lo estrecho del sendero (había que sujetarse en los agarres y descolgarte sobre el rio para 
poder pasar) no existe otra manera, pues desde la vereda al rio hay una buena caída. y si el río está medianamente alto (que fue este caso), pues nada, a pasar a cuatro patas, arrastrándote, agachaos, en cuclillas o de la manera que mejor podía cada uno.
En definitiva, tuvimos que bajar por desfiladeros y escaleras talladas en la roca, arrastrarnos, descolgarnos cogidos de los agarres y cruzar puentes colgantes, para descubrir lo que esconde este especial recorrido, así como sus increíbles vistas, cascadas, piscinas naturales hechas de roca, cuevas y túneles estrechos.
A pesar de que los puentes colgantes puedan parecer muy desalentadores a primera vista, 
teniendo en cuenta que el más largo tiene 63m y se sustenta a unos 15m sobre el río, son muy seguros.
Cuando se cruzan notaremos un poco de movimiento y sacudidas, pero esto se suma a la diversión. ¡Si sufren de vértigo pueden que tengan algunas dudas! Jejeje.
Los que decidimos hacer la ruta completa, tuvimos que cruzar cuatro puentes colgantes. El más grande de todos fue el primero, después encontraremos un par de ellos, con ciertos tramos en mal estado, pero generalmente son examinados y mantenidos. Durante años nunca hemos oído hablar de ningún problema o accidentes. 
Hoy creo que hicimos senderismo de primera división y fue increíble, pues todos logramos acabar el desafío, y mira que, algunas partes del recorrido eran muy jodidas.
Llegamos al sitio donde teníamos que regresar al punto de partida y creo que todos íbamos pensando en lo atrevidos que fuimos en esta etapa de senderismo, en fin, así nos quitamos esos miedos que nos acobardan algunas veces ¡¡Quién dijo miedo!!! No hay nada que pueda con nosotros. Bueno tampoco creáis que somos supermanes.
Llegamos sobre las 14:30 horas a La Taberna Puntarrón, lugar de salida y lugar para almorzar; cervecita muy fría, ensalada y un pedazo de plato alpujarreño que quitaba el sentio, después de almorzar bajamos a donde estaba el autocar y camino de 
regreso a casa.
Bueno vamos a ir terminando, tenemos que dar las gracias a los organizadores de esta maravillosa etapa de senderismo (cada vez lo ponen más difícil los jodíos) y del día tan guapo que echamos, gracias a nuestra Directora Reyes, y a los responsables de este taller de senderismo, Conchi y Andrés ó Andrés y Conchi. También gracias a los guías Juan y Pedro, buena gente y buenos conocedores del lugar.
¡¡Hasta otro día compañeros!!
Málaga a, 10 de octubre de 2016. A. Abu
Resto de fotos de los Cahorros